L'Almadrava. Un lugar donde soñar despierto.

L'Almadrava. Nada como contemplar una imagen como ésta para evadirse de los problemas, respirar hondo y dar gracias, cada uno a quien quiera, por seguir estando vivo. La profundidad del mar se mezcla con el cielo grisáceo, a punto de anochecer, y te pierdes en el infinito por unos segundos. Y deben de ser mis hormonas primaverales, la alergia o mi permanente sensibilidad..., pero no puedo evitar que me entren unas enormes ganas de llorar al encontrarme frente a esta estampa de postal. 

Es como cuando cae la noche y el cielo se cubre de estrellas. Dicho en voz alta suena cursi, o muy cursi. Sin embargo, en silencio y sin pensar en nada más, podemos comprobar lo extremadamente perfecto y bello que es el mundo en que vivimos; la naturaleza. Es entonces cuando, no sé por qué, viene a mi mente la gente a la que quiero y que ya no puede ser partícipe de este lienzo, que ha admirado en infinidad de ocasiones. Por ellos, por la vida, por los que aún podemos disfrutar de ella y, especialmente, por los afectados del salvaje y ruin incendio que ayer campó a sus anchas durante muchas horas en nuestra comarca. Seguramente muchos vecinos no habrán pegado ojo en toda la noche, por lo que han perdido, por lo que hubieran podido perder y por la impotencia que debe de provocar ver, cómo en cuestión de minutos, todo puede cambiar ante nuestros ojos.

En un día fresquito todavía podemos llevar vaqueros y un top de gasa en negro, y dar color con la ayuda de una cartera y maxi anillo. Las cangrejeras, calzado perfecto para dar un paseo sobre las piedrecitas sin tener que mostrar totalmente los pies, si no es lo más bonito de tu anatomía... Y lo dicho, cuando el objetivo de desconectar del mundo, lo mejor, fundirse con él.

Pantalones: Lefties.

Sandalias: Mary Paz.

Cartera: Di-Bye.

Anillo: H&M.