Pocos colores visten tanto como el dueto: negro y camel. Si por separado son unos de los más elegantes, también funcionan conjuntamente. Y en concreto, la combinación: pantalones y suéter básico negros, dejando el camel para el abrigo (todo un clásico). Yo, no obstante, he querido darle un toque especial con una pincelada de rojo y, cómo no, mis archiconocidos botines. Puedo decir que ya los he amortizado (la altura de su tacón ha tenido mucho que ver). Y en cuanto al abrigo, aquí os recuerdo un post, en el que lo conjunté con gris, dando lugar también a un look sobrio y elegante, muy socorrido para la temporada de frío.
Pantalones: h&m.
Camisa: Springfield.
Jersey y botines: Zara.
Bolso: Vicosta.
Abrigo: Stradivarius.
Estola y pompón: hechos a mano.
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