14 de octubre de 2014

Simplicidad

A lo largo del día, hay horas en que todavía se puede ir con tops de tirantes. Al menos en Valencia es así. La verdad es que ya queda poco de eso. Y supongo que éste será uno de los últimos posts de este tipo. Los zapatos a medio camino entre el botín y la sandalia van muy bien a estas alturas de octubre. Esta combinación que os muestro hoy es muy simple. Pero hay días en que buscamos eso. Ya sea porque no estamos de humor o porque no nos apetezca pensar mucho, o tal vez porque salimos de casa corriendo y no tenemos tiempo que perder. El caso es que tiene poco margen de error. Además, los tirantes marrones con hebillas de la blusa parece que estén hechos para ir con estos botines, ¿verdad?
Y en esta paleta de colores tan lineal, no hay nada que no puedan solucionar un buen esmalte de uñas y el toque rojo en los labios. Y es que tanto el collar como el bolso (El Potro) los elegí también en negro. Éste último se ha convertido en mi comodín: por su color, su capacidad, a pesar de su aparente tamaño, y su acabado en piel de vacuno que lo hace muy confortable.

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