Uno de los pequeños grandes placeres que nos ofrece el verano y la costa. Un bañito a última hora de la tarde, cuando la playa se ha quedado libre de rastrillos, palas, castillos, mamis llamando a sus peques para que no se escapen... Porque llevar a los niños a la playa es una gozada, pero meterse en el agua, dejarse llevar por las olas y tumbarse en la arena sin hacer nada, pensar en nada ni oír nada... Tampoco viene mal de vez en cuando. Tiras de toalla y refresco, lo metes en el capazo, y sales pitando.
¿Es una buena idea o no?
Capazo: lameretriz.com
Bikini: Oysho (old)
Vesido: regalo de una amiga
Gafas: Ray Ban.
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