Shopping bag.

Los bolsos pequeños son delicados, femeninos, sutiles. Pero el día a día requiere un enorme shopping bag. Desde que adquirí mi nuevo shopping no lo suelto. Y es que tiene una capacidad impresionante. Además, su diseño lo hace atemporal, ya que su estampado de logos a la manera clásica nunca pasa de moda. Por otra parte, queda bien con todos y cada uno de los colores de invierno, sobre todo el negro y el camel, uno de mis preferidos. ¿Sois vosotras también de shopping bag?

Estola de pelo roja.

Son esos complementos que si no los tienes no los echas de menos pero que, una vez en tu armario, convierten un estilismo sencillo y deportivo en un look con clase y muy femenino, divertido y diferente. Así, esta estola de pelo roja la puedes añadir a unos vaqueros ligeramente acampanados, jersey de pico gris y chaqueta de efecto cuero beige, y obtienes algo arreglado, a pesar de calzar unas sneakers de cuña. Una cartera de print leo puede contribuir a destacar aún más si cabe el precioso color marsala (otro estilismo con estola de pelo roja)

Abrigo de pelo azul.

Hoy con abrigo de pelo azul. El negro es un color muy elegante y suele ser el considerado infalible para las ocasiones especiales. Pero, sobre todo para el día, yo prefiero pensar en alternativas como, por ejemplo, el azul petróleo. Así que como este jersey aunaba ambos colores, con encaje incluído, decidí que sería el candidato perfecto para el día de Navidad, cuando éste iba a tener un aire íntimo y casero. Lo habéis visto en blanco aquí .

¿Feliz? Navidad...

Hola, de nuevo. Siento haber estado ausente varios días. Hay momentos en que es necesario parar, mirar hacia nuestros adentros y encerrarnos en aquellos sentimientos que se despiertan en el alma. Y llorar. Llorar por cada una de las imágenes que salen por televisión: los familiares que llegan desde lejos a los aeropuertos, los afortunados en la lotería, los villancicos, los abuelos abrazando a los nietos... 

A todos nos pasa que, de repente, la Navidad deja de tener magia y se convierte en un trance que hemos de pasar de la mejor manera posible. Es más, nuestro único objetivo es sobrevivir a ella. Con el tiempo vas asimilando despedidas que forman parte de aquello que solemos llamar "ley de vida". Pero cuando se te va alguien a quien adoras y que necesitas para seguir viviendo, y al que injustamente apartan de ti demasiado pronto, nada volverá a ser como antes ni volverá a existir para ti la felicidad completa. Única y exclusvamente por la ilusión de los pequeños de casa (si tienes la suerte de tenerlos) decides volver a poner un árbol de Navidad (discreto y minúsculo, en una esquina) y algún que otro Papa Noel sobre el mueble del salón. Te sientas a la mesa de Nochebuena, que preparas también por los niños, y sabes que cada uno de los presentes están pensando en esa persona que significaba todo y que ya no está... Y tragas saliva e intentas sonreír. Es entonces cuando los más mayores siguen yéndose, unos tras otros, una vez más en Navidad. Se cierran etapas y llegan otras nuevas que sólo tendrán ecos de un pasado feliz. Y te das cuenta, de nuevo, de que sólo en los  niños reside el espíritu navideño. Y de que una vez más la televisión se hace eco de noticias tristes sobre gente que lucha por su vida, por culpa de la violencia, la pobreza o alguna cruel enfermedad, y te consuelas comparándote con otros muchos a quienes su sino es mucho más oscuro que el tuyo. Sólo puedes dar gracias, cruzar los dedos, cerrar los ojos y pedir seguir vivo cuando el año que viene vuelva a llegar la Navidad. 

Seguro que cada uno de vosotr@s tiene uno o varios motivos para seguir caminando. Aquí tenéis una de mis razones para tragar saliva, una vez más, y esbozar una sonrisa, aunque por dentro tenga una espinita que me va a acompañar a lo largo del camino.

Chaleco de ante y borrego.

Éste es el año de los chalecos: de pelo, cuero, neopreno, paño... Éste es mi chaleco de ante y borrego. Muy calentito aunque sin agobiar, como suele ser propio de esta prenda. Y aunque quería probar cómo quedaba con falda, con mis vaqueros de campana debe de quedar genial. El nude y el marrón son mis colores preferidos para este tejido. Y como veis, me decanté por el tono más claro, porque me gusta darle luz al invierno.

Sneakers doradas.

Cuando tenemos por delante un larguísimo día, en el que se prevé caminar y caminar, e incluso correr detrás de un bichito (que se volvió loco persiguiendo a las palomas), es mejor que elijamos unas deportivas. Además, están muy de moda. Ésta son las mías: unas sneakers doradas, del mismo estilo que algunas firmadas por diseñadores como Valentino. Las combiné con pantalones (que ya visteis aquí) y blazer de polipiel, y bufanda a cuadros.

Poncho.

La llegada del frío me provoca muchísima pereza, pero he de confesar que estaba impaciente por estrenar este poncho. Tenía muchas ganas de hacerme con uno. Pero quería huir de los cuadros, dibujos geométricos o un fondo liso, sin más, así que éste me sorprendió enormemente. Sus flecos, su mezcla de colores (no demasiado oscuros) y su original dibujo. Podéis intuir lo calentito que es. Este poncho es una de mis mejores compras de esta temporada, sin duda. Y con los vaqueros de campana queda fenomenal (aquí).

Botas altas.

Unas botas altas siempre nos aportan el calorcito que necesitamos cuando nos ponemos falda en temporada de frío, aunque a decir verdad, sigue haciendo bastante calor teniendo en cuenta la altura del año en que estmos. Me apetecía mucho tener una falda gris para poder combinarla con infinidad de prendas, y aproveché el "black friday" para hacerme con ésta. He optado por crear un total look en gris, añadiendo un toque de marrón con los complementos. Los chalecos vienen muy bien para estos días cálidos de otoño. Y éste ya os lo había enseñado aquí

Trench beige.

Nada. Que no hay forma de que aterrice el invierno ni de que yo deje de usar el azul bebé. Hace un tiempo tan estupendo, que un trench beige es suficiente como prenda de abrigo, al menos en las horas centrales del día. Esta prenda es un comodín perfecto y nunca pasa de moda. Supongo que vosotras también tenéis un trench beige en vuestro armario, ¿verdad?

Jersey de punto.

Otro estilismo con tonos claros para acompañar los días soleados de otoño. Y una vez más, el azul, en esta ocasión de la mano de este jersey de punto. A mí me gusta llevarlos, sobre todo, con una camisa debajo. Considero que le da un toque más arreglado, que consigo también con los salones y el bolso acolchado (bolso acolchado). Este jersey es de la temporada pasada, aunque ya he hecho alguna que otra adquisición, aprovechando los descuentos de las campañas de moda. No obstante tendré que esperar a que bajen las temperaturas.

Comfy in grey.

Lo que más apetece en aquellos días fríos en que nuestra agenda nos depara un montón de recados es un look comfy. Uno de mis colores preferidos para esta estación del año es el gris, así que ahí va un outfit comfy in grey: calentito y con estilo. Si tienes previsto subir y bajar del coche unas cuantas veces y prevees varias paradas en sitios donde la calefacción va a estar a tope, una manga de camisa y un abrigo no demasiado grueso te van a venir muy bien. Por si el viento arrecia, una bufanda será suficiente. El puntito, un buen bolso (bolso Michael Kors).

Pantalones de campana.

Unos vaqueros y un jersey negro son siempre una buena opción. Un chaqueta efecto cuero y una estola lo suben un poquito de nivel y lo dotan de cierta distinción. No hace mucho que han resurgido, pero a mí los pantalones de campana me tienen ganada. ¿Y a vosotras? Éstos ya me los habéis visto varias veces (pantalones de campana).

Falda de tul.

La falda de tul ha sido un descubrimiento de los últimos tiempos, empleada como indumentaria de ceremonia o evento de postín, incluso también otros menos formales, dependiendo así de su largo, color o acabado. Os enseño la mía, para la que estaba esperando un top adecuado (jersey con encaje) a ella misma y a las fechas en que nos encontramos. Por otra parte, la sorpresa fue dar con este tocado, que ni pintado le está a mis zapatos fucsia.

Abrigo de pelo marrón.

Un abrigo de pelo marrón es un comodín perfecto para la temporada de frío. Estos abrigos están más arriba que nunca. Renacieron tímidamente y, un otoño tras otro, vuelven a aparecer, cada vez con más éxito. A mí me gustan mucho. Son muy calentitos y contribuyen a la creación de estilismos con mucha clase. Si el otro día os mostraba uno azul (abrigo de pelo), aquí tenéis mi abrigo de pelo marrón, que en realidad está elaborado con varias tonalidades.

Vestido azul.

Este otoño, el azul se ha puesto a la altura del gris o del marrón. Este vestido azul lo adquirí a finales de la temporada estival, y está dando para mucho, ya que tiene manga francesa y un largo adecuado para cualquier ocasión. En primavera sin medias, y ahora con camiseta interior, blazer y las piernas a salvo, da bastante juego. Tiene pequeños corazones blancos y verdes, lo que lo hacen muy divertido (vestido azul con distintos complementos). Se trata de ir mezclando elementos más joviales y otros más clásicos, como una estola o un bolso acolchado para conseguir el equilibrio.

Abrigo de pelo azul bebé.

Me quedo con los colores claros para el otoño, y con mi abrigo de pelo azul bebé. Los oscuros son muy recurrentes, pero confieso que me pierden el blanco, el azul, el rosa empolvado... Y todos ellos, combinados con el gris. Si un top blanco de otoño está adornado, además, con transparencias, bordados o encajes, mucho mejor (jersey blanco con bordado). Yo lo he cubierto de un abrigo de pelo azul bebé que le aporta al look más dulzura, si cabe. 

Sombrero rojo.

De vez en cuando resulta divertido jugar con superposiciones, complementos y adornos varios. Por eso se me ocurrió crear un look a base de chaleco, sombrero, lacito al cuello y salones vistosos. Un sombrero rojo siempre es una buena opción cuando queremos algo diferente, especial... El bolso de flecos aporta también un twist.

Trench camel.

Si un abrigo camel es una pieza clave del fondo de amario, igual o más lo es un trench camel. Y como buen clásico, lo he superpuesto a otros tantos básicos, como unos vaqueros azules, camisa blanca, suéter gris de pico, y salones claros de punta redondeada. El elemento rompedor, el bolso arty. Y vosotras, ¿tenéis un trench camel? ¿Os gusta combinarlo con prendas clásicas u otras más actuales?

Falda estilo años cincuenta.

Hacía tiempo que me apetecía tener una falda estilo años cincuenta. Me parece maravilloso su vuelo y cómo marca la cintura haciendo una silueta muy femenina. Además, te da la comodidad de un pantalón ya que no te resta movilidad. Casualmente di con esta falda estilo años cincuenta que, además, es de polipiel. Así que me la llevé porque mataba dos pájaros de un tiro. Combinar negro y varios tonos de marrón siempre es una buena opción, ya que resultan looks muy elegantes, así que me puse la falda con prendas y complementos básicos y de fondo de armario. De hecho, estos tacones de ante ya me los he puesto varias veces.

Abrigo camel.

Un básico que debe tener todo armario que se precie: un abrigo camel. ¡Qué topicazo y qué gran verdad! Es cierto que es un maravilloso comodín y que va bien con todos los colores de la temporada, ya sea negro, gris, otro tono de marrón, verde, marsala, rosa empolvado, caldera, blanco... ¡todos! Así que es una inversión que vale la pena. Además, puede adquirir un aire informal con unas bambas y unos vaqueros con rotos, o completamente formal con un total black look, un top de encaje o pantalones de efecto cuero y taconazo. Éste es el mío, y sus botoncitos y cremallera en dorado me gustaron un montón, pues le dan el acabado perfecto. 

El look que elegí para estrenar mi abrigo camel son unos pantalones ligeramente acampanados, blusa blanca y shooping bag (shopping bag Purificación García)

Sombrero camel.

Un sombrero camel puede ser el complemento que ponga la guinda del pastel en nuestros looks de invierno. Mientras que en verano hay más color y ornamentación, cuando hace frío pasamos a usar tonos más neutros y crear outfits más sobrios. Es por eso que un sombrero camel, uno de los básicos, tiene el poder de convertir un look elegante en otro sofisticado. Así, sería una pieza fundamental también de nuestro fondo de armario. Con verde militar, negro, blanco, burdeos, otras tonalidades de marrón... Un sombrero camel es susceptible de combinarse con multitud de colores y adaptarse a muchos estilos. Yo no lo dudé ni un instante y me hice con éste, de copa ligeramente más alta de lo habitual, con un sencillo detalle y muy calentito. Porque eso también, además de rematar cualquier estilismo, aporta otras cualidades. 

Pantalones y blazer negros, camisa blanca y tacones camel (pumps camel) fueron mi elección. 

Collar étnico.

El negro es un color muy socorrido. Sobre todo, en invierno. Una base en ese color nos puede servir para obtener mil resultados distintos, añadiendo, por ejemplo, rojo (para un look más cañero), verde (más neutro), blanco (infalible), caldera (cálido)... Con esta falda azul bebé conseguios dulcificarlo, a pesar de haber elegido este gran collar étnico (collar étnico).

Falda lápiz con flores.

Hoy es el turno de la falda lápiz. Resulta sorprendente la facilidad con que los grados centígrados suben y bajan de diez en diez. Ayer hacía un frío brutal y hoy, en cambio, podemos salir a la calle sin abrigo (al menos donde llegan los rayos de sol). Así que me he conformado con anudar una estola al cuello (estola roja).

Jersey blanco con bordado.

Un look total black sólo se suaviza con la sutileza de un jersey blanco con bordado, que por su originalidad, no requiere complemento alguno. Los pantalones de polipiel ya han salido del armario, así como este abrigo combinado en pelo y efecto cuero. La nota de color: botines y bolso (bolso rojo), que aunque no me gusta conjuntarlos, esta vez he considerado que no podían quedar mejor.

Chaleco de pelo.

Estaba deseando sacar este chaleco de pelo del armario, aunque he de confesar que, al comprobar la bajada de temperaturas, me ha dado bastante pereza... En cualquier caso, no hay mal que por bien no venga, y podemos empezar a hacer combinaciones maravillosas con nuestras prendas y complementos de abrigo. Este chaleco de pelo es del invierno anterior, pero este año este tipo de prendas está triunfando más, si cabe. Así que estoy pensando que igual me vendría bien uno marrón... Mejor dos que uno, ¿no?

En cuanto al lacito del cuello, hasta ahora los había visto mayoritariamente adornando camisas blancas (camisa blanca con lazo). No obstante, he descubierto que con la camisa vaquera me gusta igual o más. Así que otra forma de darle un twist al denim. 

En cuanto a mi shopping de Purificación García, estoy encantada con él. Caben un millón de cosas, y la forma de la base hace que quede amplio sin apilotonar el arsenal de objetos que llevamos, con lo cual los podemos encontrar sin necesidad de estar sorteándolos media hora hasta dar con el deseado. Un shopping siempre viene bien, y éste tiene un print elegante y atemporal, que pierde formalidad junto a ropa más casual. 

Camisa con chorreras.

El estilo victoriano, las camisas con chorreras, la pompa ornamental, véanse volantes, bordados, dorados... Yo, como casi siempre, me uno a la tendencia y me pongo mi camisa con chorreras. Y como la prefiero por dentro del pantalón, he optado por mis pantalones de campana, para obtener una mejor proporción. Botines setenteros, a jugo con los pantalones (flare jeans), y bolsito rojo y dorado, con pompón, para acompañar a la camisa.

Rayas blancas y negras.

La paleta de colores va mudando según la temporada, pero hay colores que resisten al paso del tiempo: el blanco y negro. Si Valentino apostaba por un auténtico "rain-bow" la pasada primavera, ésta ha llegado cargada a partes iguales de blanco y de negro, tanto en rayas como en estampado geométrico, alternando ambos colores. Y, cómo no, esta tendencia se ha extendido desafiante. Yo me he aprovechado de ella y he rescabado esta blazer, que está más de moda que nunca. Discreta, lo que se dice discreta, no es. Llama bastante la atención con su mezcla de vistosidad y sobriedad cantarina, lo cual me tiene hechizada. Por cierto, hoy me he bajado de los tacones para llegar a tiempo a todos los sitios a los que debía asistir. Por unas bailarinas doradas tan bonitas como éstas, sucumbo a la llanura.

Culottes y camisa masculina.

¿Culottes todavía? Sí, aunque yo ya he sacado las medias. Esta vez, mis culottes con camisa masculina. La típica camisa azul de corte masculino que, he de confesar, es una de esas prendas que, paradójicamene, me resulta muy femenina y sensual. Si en la última ocasión opté por un total black con toque rojo (culottes marineros), hoy el negro se une al azul claro, combinación típica de look de oficina, elegante y moderna al mismo tiempo.

Blazer de print animal.

Y yo encantada con llevar zapatos abiertos tan tranquilamente a estas alturas del año. Una blazer de print animal muy finita sobre un top de tirante ancho basta para sobrellevar los más de veinte grados de este adorado veroño. El color de los tacones, (zapatos amarillo neón) ya un clásico desde hace varias temoradas también en invierno, junto a tonos tan típicamente otoñales como el cámel.

Flare jeans.

De nuevo mis flare jeans para pasar un día estupendo disfrutando de la maravillosas vistas que tenemos a un paso de casa, y de las que muchas veces nos olvidamos. Creo que no somos realmente conscientes de que esto es el paraíso, y de que estamos en él, así que de vez en cuando, al caer en la cuenta de que estas bonitas estampas forman parte de nuestro paisaje, hay que lanzarse a contemplarlas. Y hablando de lanzarse, no sé si vosotras os habéis atrevido ya con los flare jeans. Yo, no sólo he accedido a llevarlos, sino que me siento muy cómoda con ellos, que es lo importante. De hecho, hace unos días ya os enseñe un look con ellos (vaqueros de campana).

Culottes y blazer.

Más cerca de la primavera que del otoño parece que estamos estos últimos días. Y la verdad es que es un auténtico placer. Teniendo en cuenta que los culottes han sido mi fichaje estrella esta temporada, voy a aprovechar esta semana y volvérmelos a poner, por si acaso el otoño pone la mano sobre la mesa y nos priva del solecito. Hoy un look que bien podría servir para asistir a una celebración de día, como por ejemplo un bautizo. La blazer blanca ya la conocéis también.

Vaqueros de pata de elefante.

Unos bonitos pitillo son infalibles, pero confieso que también me siento bien con estas perneras más anchas. El año pasado me atreví con unos jeans ligeramente acampanados, que yo veía raros por el tiempo que hacía que no os usaba, y esta temporada he dado el salto a unas súper campanas (vaqueros acampanados) y a estos otros, totalmente anchos desde arriba. Estas patas de elefante, mejor combinarlas con tops ajustados y tacones, para no parecer más anchas que altas XD.

Vestido camisero II.

Hoy las estolas se han quedado en el fondo del baúl. Este día tan bonito era idóneo para lucir un vestido camisero. Está claro que este tipo de vestidos lucen más sin ninguna prenda superpuesta, de modo que hay que aprovechar las altas temperaturas, porque en breve resultarán insuficientes (aunque tengo en mente darle otro uso). Si hace un par de semanas llevé este vestido camisero con sandalias de tacón y bowling, todo en azul, y el pelo recogido en una coleta, hoy toca zapatos nude, bolso marrón y alisado. Modificando un par de cosas hacemos que nuestras prendas y estilismos tengan un aire distinto y no nos cansemos de ellas.

Estolas.

Un vestido suelto de color más o menos neutro te permite crear tantos looks como tu mente pueda imaginar. Con o sin cinturón (de diferentes colores), shopping y bailarinas para trotar, bandolera y salones (en esta ocasión peep toes de ante) para el trabajo, clutch y sandalias para la noche... Este vestido negro con pequeños detalles en forma de flor dará para mucho, y ésta es la primera de las múltiples veces que me lo vais a ver. Para el estreno, con estola.

Culottes marineros.

Después de la tormenta, llega la calma... Las sandalias tienen aún cabida en nuestro vestuario, y así contribuimos a que las estaciones de frío no se nos hacen tan largas. Para mí, interminables. Y en cuanto a los culottes, si te atreves con los primeros, ¡no puedes parar! Si ya contaba con unos culottes estampados , y unos culottes blancos, hoy es el turno de esos culottes navy. Si los pantalones cropped están de moda, no menos el estilo marinero con botonadura dorada incluida. Una buena dosis de encaje, bolso acolchado y sandalias anudadas catapultan este look a lo más actual, ya que todos sus componentes gozan de máximo interés.

Cómo conseguir looks estilosos a buen precio.

El post de hoy es diferente a los que publico diariamente. He recopilado tres de los outfits que he lucido en los últimos días, pero no únicamente con ánimo de reunirlos porque sí. Se trata de aportar las claves para conseguir un look actual, estiloso y con un toque diferente, pero con un denominador común: piezas de outlet o rebajas que, mezcladas con otras adquiridas recientemente, conforman estilismos pintorescos y a la última. Vais a ver cómo no es necesario invertir cantidades ingentes de dinero para conseguir outfits actuales y en tendencia, y cómo tal vez el servicio de un/una "personal shopper", en vez de hacernos perder dinero, consigue todo lo contrario. Con su ayuda podemos ahorrarnos dinero y tiempo.

Camisa blanca con lazada negra.

Las tendencias se extienden como la pólvora. Basta con que una it girl luzca una determinada prenda, combinación o complemento, y ¡boooom! Cuando nos percatamos de alguna nueva moda, debemos observala con detenimiento, hacerle un seguimiento, por mínimo que sea, estudiar si nos quedará bien y si nos vamos a sentir a gusto con ella y... en caso afirmativo, lanzarnos. Pero nunca dejar que las modas dominen nuestro estilo. A mí me gusta experimentar con la ropa. Hará un año más o menos me animé con la camisa blanca con lazada negra (la misma camisa blanca que en este otro post), cuando empezó a resurgir esta tendencia. Ahora se ha multiplicado y a mí me sigue gustando, así que he repetido. 

Azul bebé.

¿Qué opináis del azul bebé? Hace un par de semanas recibí un comentario en uno de los post haciendo referencia a lo inapropiado de lucir colores vistosos o pasteles en otoño. ¿Sois de este pensamiento o creéis que no hemos de reducir la paleta de colores en esta época del año? Yo prefiero el gris al negro, y sobre todo al marrón, cuando llega el frío. Podemos añadirle el verde bosque, el mostaza o el caldera... ¿Eso es todo? Yo prefiero seguir llenando mis outfits de colores luminosos de vez en cuando. Esta vez he optado por el azul bebé. Últimamente me ha dado por esta tonalidad (azul bebé). El blanco, además, viene siendo uno de los habituales en nuestros looks otoñales, y a mí me encanta no tener que esperar a la primavera para rescatarlo. 

Look años setenta.

Los años setenta acaparan esta temporada el centro de atención en cuestión de estilo. Sus pantalones de campana (o pantalones flare), zapatos de punta ligeramente redondeada y blusas capeadas. Ése es el look que he elegido para el día de hoy. Tenía una entrevista y buscaba aunar tendencia y clasicismo a partes iguales. Es por ello que he elegido blusa blanca, capaz de aportar grandes dosis de formalidad, y un bowling acolchado azul marino (bowling que podéis ver aquí) , desviando un outfit originariamente de estilo hippie hacia una vertiente más urbana. El sombrero lo he añadido a media tarde, cuando ha empezado a refrescar. Yo destacaría su maravilloso rojo sandía, tanto por sí mismo como por su contraste con el azul; el largo desigual del top; y el trenzado de los bolsillos de los tejanos. ¿Y tú?

Total denim.

Nunca me canso del tejido vaquero. Me gustan todas sus versiones. Diferentes tonos, lavados, grosor, patrones, prendas... No hay nada más versátil que un total denim look. Con deportivas y bandolera, creamos un outfit totalmente deportivo o casual. Por el contrario, con unos salones o pep toes y algún complemento chic, conseguimos incluso cierta formalidad. Yo lo he llevado a la práctica este fin de semana. Y mientras me incliné por la primera opción para pasar un día en un parque temático corriendo detrás de mi bichito, la segunda fue la elegida para una cena con amigas. El color, de la mano de la estola y las gafas: ambos marsala. Las piezas de total actualidad: la estola de pelo y el clutch de ante con flecos.

Blazer blanca.

Lejos ha quedado el día en que pensábamos que el blanco era sólo para los meses de verano. La blazer blanca se ha convertido en una prenda indispensable del fondo de armario, sea cual sea la estación del año. Aunque he de confesar que, si luce el sol, me gusta más.

Falda lápiz militar.

Me alegro enormemente de que las faldas lápiz sigan teniendo cabia esta temporada. Se trata de una de las prendas más femeninas que han diseñado, y aunque la comodidad no es su punto fuerte (si vas a subirte y bajarte del coche varias veces al día, por ejemplo), siempre existe alguna ocasión para la que una falda lápiz constituye una muy buena elección. Y dado que el estampado militar ya se ha convertido en un básico (es casi como el print de leopardo), he rescatado esta falda mi fondo de armario. Es evidente que cumple todos los requisitos para convertirse en un hit de esta temporada. Con camisa blanca o vaquera, camiseta deportiva... Ofrece varias posibilidades. Esta camisa blanca la he llevado hace unos días con un look totalmente disinto, por lo que podemos comprobar su enorme versatilidad y la importancia de tener, al menos una, en nuestro vestidor. De hecho, todas las prendas del look pertenecen al fondo de armario y, juntas, conforman un outfit de absoluta tendencia.

Look de lluvia.

Si hay algo que me gusta del frío y la lluvia, además de que mi madre me suele preparar un buen chocolate calentito, es que ya podemos empezar a rescatar o adquirir complementos y prendas para completar nuestros looks. Superposiciones, diferentes botas o botines, sombreros, pañuelos, capas, mantas... Hoy podría decir que os traigo mi primer outfit otoñal, propiamente dicho. Además, tenemos la posibilidad de conseguir infinidad de outfits combinando todas estas piezas, cada día de una manera distinta. De hecho, este vestido lo había usado hace unas semanas de forma totalmente distinta (vestido y sandalias de tacón).

Sport chic.

Los domingos por la tarde presuponen niños corriendo y gritando de un lado para otro. No nos deben pillar con la guardia bajada, y hemos de ir cómodas para salir corriendo detrás de ellos cuando se escapan de la cafetería en cuestión; ir a poner paz cuando el tuyo se abalanza sobre los amiguitos; interceder para que comparta los juguetes cuando está llorando dramáticamente porque le han quitado alguno de las manos... Un no parar, vamos. Así que decidí estrenar mis bambas con purpurina para este plan de domingo. Y confieso que fue todo un acierto, después de que tuviera que atravesar el campo de fútbol para ir a sacar al bichito, que corría sin parar jactándose de que no podía acanzarle...

Los jeans y la camisa blanca constituyen un look de ésos que sirven para casi cualquier ocasión. Basta con cambiar el calzado y se convierte en un outfit totalmente distinto. La novedad, esta manera tan clásica de lucir un pañuelo anudado al cuello. Si durante varias temporadas han imperado los pañuelos enormes, ahora vuelve esta modalidad tan años cincuenta, que irradia femineidad a raudales.

Look básico.

Éste es uno de esos looks básicos que soluciona un día de ideas obtusas, cualquiera que sea el sitio donde vayas a ir. Con un bolso "tote" te sirve para una jornada maratoniana y con el bolsito que he elegido podemos ir a tomarnos un café con amigas (sin niños, claro, porque si no se nos queda muy, muy corto). Las fotos tienen algo más de una semana. Ahora mismo hubiese optado por ponerme mi blazer blanca encima.

Vestido camisero.

En esta zona del Mediterráneo, hemos de esperar varias semanas para lucir aquello que en otras localizaciones más frescas han estrenado hace un mes. Mientras que las medias mangas, camisas, blazers o el trench pasean ya de la mano de muchas fashionistas, por aquí hemos de esperar a mediados de octubre para empezar a estrenar cositas que hemos comprado hace un par de meses. Éste es el caso de este vestido camisero que compré allá por el mes de agosto y que todavía no me había puesto por las elevadas temperaturas. El domingo, por fin, lo saqué a pasear. Siento debilidad por los vestidos camiseros, y más aún si tienen bolsillos. Son cómodos, femeninos y elegantes. Lo combiné con mis sandalias azules, a las que les estoy sacando mucho más rendimiento de lo que me pensaba, y el bowling del que estoy totalmente enamorada. En cuanto al peinado, cuando llevo camisa o vestidos de este tipo prefiero recogerme el pelo en una coleta. Así queda más despejado y no se van metiendo mechones dentro del cuello de la prenda. 

Boda de otoño.

Bien sabemos que ésta es époa de bodas y diferentes eventos. Cuando tenemos varias celebraciones, y sobre todo, muy juntas, hemos de pensar en qué look lucir de modo que nos diferenciemos radicalmente del outfit anterior (o no). Yo sí opté por esa opción. Y si no hace mucho os enseñaba estos looks de boda de otoño (para chico y chica) aquí os traigo opciones distintas. 

Culottes... de nuevo.

Mientras decido si seguiré llevando culottes cuando bajen las temperaturas, disfruto luciendo estos blancos gracias a la presencia del bien llamado "veroño". Cuando refresque, tal vez los zapatos sean lo más complicado a la hora de llevar los culottes, por aquello de que un botín acorta considerablemente la pierna, y un salón tal vez sea demasiado frío. De momento, yo me apunto a la moda de los pantalones "cropped".

Cómo reutilizar un vestido.

Aprovechar nuestras prendas preferidas de la temporada de primavera-verano, añadiendo accesorios diferentes. Esto es lo que estoy haciendo últiamente. De este modo, alargamos la vida de estos vestidos, faldas o tops que, en realidad, no sabemos por qué, tampoco nos hemos puesto tantas veces la temporada que ya ha acabado y, por otro lado, les damos un twist para crear nuevos looks. Este vestido de Oxygene os lo he enseñado por aquí un par de veces (aquí o aquí), cada una de ellas con complementos distintos. Y aquí va un tercer outfit. 

Pañuelo o cinturón.

Denim por aquí, denim por allá, y algún complemento que llame la atenión. Por su colorido, por colocarlo de una forma diferente, por darle otro uso... Eso es lo que he hecho yo en el look de hoy: un total denim look y un vistoso pañuelo a modo de cinturón. Este verano se han llevado como bandana, turbante con distintas posiciones, anudado a los bolsos y capazos... Ahora, además, podemos usarlo como cinturón. Para el cuello se reservan los más finos y alargados. O eso dicen... 

Cambio de look.

Finiquitado el verano, es habitual encontrarte con un pelo tremendamente castigado, falto de brillo y ávido de renovación. Así que por mimarlo un poco, por autoconvencimiento o por seguir la estela del flequillo de moda y del llamado "bronde" (a medio camino entre el brown y el blonde), me he dejado llevar. Catalina de Inglaterra, entre otras muchas, ya lo luce. Afortunadamente, no es necesario tener sangre azul para disfrutar de los pequeños caprichos de la vida. ¿Os gusta?