Estampado vintage.

Tenía muchas ganas de un "dos piezas" de estampado vintage. Y aunque no me pude hacer con la parte de abajo, el top se vino conmigo. De momento, seguiré en busca de los pantalones. Y en caso de no encontrarlos en mi talla, intentaré tropezar con otro outfit de este tipo. En cualquier caso, el azul marino de estos pantalones puede valer. Perfectos para ir a trabajar; elegantes y muy femeninos. El bolso y los zapatos ya han salido en varias ocasiones (aquí).

Negro y nude.

El negro junto a colores vistosos, como el rojo, caldera, mostaza..., o junto al camel o al nude, resulta ser todavía más elegante, si cabe. Y como la celebración lo merecía (el 39 cumpleaños de uno de mis chicos), opté por unir negro y camel en un mismo look. Nunca fallan y permiten añadir animal print u otros estampados igualmente potentes. Por otra parte, es evidente que el paisaje hace el resto.

Rocket Vide Dressing.

Hace unas semanas descubría Rocket Space Valencia a través del blog de Macarena Gea.  

Y como todo lo que hacen ella y su equipo, es espectacular. Se trata de un espacio destinado a la celebración de eventos de diferente índole. Pero mi sorpresa fue descubrir que, durante este fin de semana, Estefanía García, del archiconocido blog Con dos tacones, 

estaría junto con otras tres bloggers, incluída Macarena Gea, en Rocket Valencia, vendiendo su ropa. He de confesar que se trata de mi bloguera preferida, así que no me lo pensé y allí me presenté (junto con mi marido, que me acompañó como siempre que puede en mis "locuras" fashionistas). Y si intuía que Estefanía, por lo que se desprende de ella en las redes sociales, es muy simpática y educadísima, me sorprendió que incluso lo es más de lo que me había imaginado. Tanto ella como su marido (y su peque) se mostraron encantadores. Sin embargo, no es sólo guapísima y muy agradable, sino que además es solidaria y sus ventas tienen siempre fines benéficos. Aunque no sólo me conquistó a mí, sino también a mi marido, que acabó animándose y queríendose fotografiar con ella también. Yo, por mi parte, no me pude resistir y me hice con dos de sus vestidos, uno de lo cuales podéis ver en su blog aquí.

En el post en el que nos lo enseñaba me enamoró y, mira por dónde, el destino quiso que se viniera conmigo ;) Es de Bego&Me y es una monada.

Chaqueta azul cielo.

Ya vais conciendo mi inclinación por los tonos claros también en invierno. Y si en ocasiones, donde se pongan el negro, el gris o el camel no hay nada que objetar, bajo estos días soleados también apetece tirar de azul cielo y blanco, por ejemplo. Eso sí, no hemos de olvidar que seguimos estando en invierno (aunque este año no lo parezca) y los toques de marrón o print animal siempre van bien. He de confesar que prefiero el verano, pero el frío tiene su encanto, en lo que atañe a los complementos: los gorros, los guantes, las bufandas, las capa-mantas... Así que con esta notable bajada de las temperaturas, he aprovechado y he conjuntado mi chaqueta azul cielo con un gorrito súper cómodo y calentito.Aquí la tenéis combinada también con gris: chaqueta azul cielo.

Falda estilo años cincuenta.

Las faldas estilo años cincuenta me tienen prendada. Por marcar la cintura, por su largo elegante, por su vuelo y su comodidad. Ésta es de polipiel y le aporta un toque de modernidad. Aunque de cara al buen tiempo, suelen teñirse de flores, lunares o colores chillones o pasteles que las hace más femeinas, si cabe. Esta vez la he combinado con camisa vaquera, ya que a pesar de lo bien que empastan ambos tejidos, todavía no lo había probado. Resulta sorprendente cómo a determinadas horas del día podamos salir a la calle sin chaqueta. ¡Un lujo!

Mesa de San Valentín.

Es cierto eso de que hay que quererse todos los días y no esperar a hacerlo una vez al año. Es cierto que cada día debe ser especial y debemos poner cada uno de nuestra parte para contribuir a ello. Pero eso no quita que no aprovechemos todas las celebraciones que tienen un bonito trasfondo para decirnos: "te quiero" una vez más. Claro, que si lo hacemos en un entorno cuidado y romántico, mucho mejor. Así que aquí tenéis mi mesa de San Valentín. Una decoración con grandes dosis de rojo, tal y como evoca esta celebración, pero sin caer en lo cursi. Por este motivo huí del típico ramo de rosas (sin despreciarlas, ni muchísimo menos), para variar y para darle un aire más silvestre; corazones y demás en papel reciclado; y quizás lo más "dulce", tres metros de tul haciendo de camino de mesa y cayendo en cascada a ambos lados de ésta, adornado con velas y estrellitas doradas. Ésta es mi mesa de San Valentín. ¿Cómo es la vuestra?

Y siguiendo con la decoración, aquí podéis recordar mi mesa de Navidad.

Jersey de cuello vuelto.

El jersey de cuello vuelto es ideal para esos días de viento en los que parece que una fuerza sobrenatural se ponga ante ti y no te deje avanzar. El cuello, siempre vulnerable a los fríos del invierno, debe estar bien protegido. Por eso los tengo en varios colores (como ese otro). Eso sí, siempre con una camisa clásica debajo. Y aunque no soy mucho de marrones, de vez en cuando los combino con azul, gris o negro, y sucumbo a su condición de comodín.

Negro y camel.

Pocos colores visten tanto como el dueto: negro y camel. Si por separado son unos de los más elegantes, también funcionan conjuntamente. Y en concreto, la combinación: pantalones y suéter básico negros, dejando el camel para el abrigo (todo un clásico). Yo, no obstante, he querido darle un toque especial con una pincelada de rojo y, cómo no, mis archiconocidos botines. Puedo decir que ya los he amortizado (la altura de su tacón ha tenido mucho que ver). Y en cuanto al abrigo, aquí os recuerdo un post, en el que lo conjunté con gris, dando lugar también a un look sobrio y elegante, muy socorrido para la temporada de frío.

Camisa de rayas.

Del mismo modo que las rayas marineras son ya un clásico, también las rayas verticales estampan camisas blancas casi desde siempre. E igualmente que las camisas blancas nunca sobran en mi armario, tampoco este otro tipo: las camisas a rayas. Aunque no se aprecien en las fotos, son rayas azules muy finitas, que tienen el poder de dotar de cierta seriedad a unos vaqueros rasgados. Y a pesar de que éste sería otro tema, el print animal ha pasado a ser, a su vez, tan básico como una camiseta blanca o unos vaqueros azules. De hecho, no vemos que provoque ningún impacto con todas estas prendas más o menos clásicas, dándoles sin embargo su toque de estilo (también aquí).

Ponchos.

A veces me paso semanas en las que no puedo dejar de llevar pitillos, y después, de repente, varios días seguidos me da por las campanas. Y si en el último post las combinaba con abrigo de pelo interior y capucha (como podéis ver aquí), y sombrero, hoy he optado por poncho y gorrito. Los ponchos me provocan una sensación súper cálida, sobre todo si son de lana, y además, comodidad absoluta y libertad. Puedes moverte estupendamente sin llevar prendas ajustadas o que vayan marcando el cuerpo, y además parece que vaya moviéndose al compás de tus movimientos. Éste me lo he puesto ya un par de veces, como podéis ver en este post.

Look seventies.

A veces me gusta ponerme en el lugar de personas que vivieron en otra época y otro lugar, e imitar las tendencias de una determinada época puede resultar divertido. Así que con todas estas prendas (el abrigo lo habéis visto aquí) he conseguido un look seventies muy cómodo y estiloso. Y a vosotras, ¿os gusta?

Rebajas...

Esto de que el invierno sea primaveral no será nada bueno para los comercios, pero la verdad es que nos podemos permitir el lujo de adquirir prendas de abrigo bien entradas rebajas. Tal vez deberían plantearse modificar las temporadas, porque lo cierto es que, una vez más, acaba enero y prácticamente no ha hecho frío. Pero de momento no podemos hacer más que aprovecharnos de la situación y engrosar nuestro fondo de armario con otro abrigo de los básicos (o tal vez de los más "fashionistas"; total a estos precios...). Y si he ayudado a varios clientes a conseguir sus chollitos y rellenar su vestidor mezclando piezas de temporada con otras considerablemente rebajadas (se trata de ir conjugando ambas), yo no he querido ser menos. Vigilando de cerca algunas de mis prendas favoritas, me he hecho con una camisa cuyo corte se va a ver mucho esta primavera, y con un chaquetón de los que nunca pasan de moda. Y todo esto, a un precio estupendo.