El patchwork está de moda. A cualquier camiseta básica blanca le añades unos recortes con ingenio y salero, y obtienes una prenda especial y única. En esta ocasión he elegido la torre Eiffel y un par de corazones que simbolizan la connotación romántica de la ciudad del amor. Si tienes a mano unos retales, una máquina de coser y alguien que sepa manejarla (como mi mami), voilà! Con unos viejos vaqueros DIY (con un pedacito de ganchillo en la rodilla) y unas zapatillas estilo Converse, obtenemos comodidad absoluta. Ahora, si queremos darle el toque chic, con una chaqueta tipo esmoquin (siempre arremangada) y una bandolera "chanelera", arreglado.
La guinda del pastel, ¡los labios rojos!
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