Shopping bag.

Los bolsos pequeños son delicados, femeninos, sutiles. Pero el día a día requiere un enorme shopping bag. Desde que adquirí mi nuevo shopping no lo suelto. Y es que tiene una capacidad impresionante. Además, su diseño lo hace atemporal, ya que su estampado de logos a la manera clásica nunca pasa de moda. Por otra parte, queda bien con todos y cada uno de los colores de invierno, sobre todo el negro y el camel, uno de mis preferidos. ¿Sois vosotras también de shopping bag?

Estola de pelo roja.

Son esos complementos que si no los tienes no los echas de menos pero que, una vez en tu armario, convierten un estilismo sencillo y deportivo en un look con clase y muy femenino, divertido y diferente. Así, esta estola de pelo roja la puedes añadir a unos vaqueros ligeramente acampanados, jersey de pico gris y chaqueta de efecto cuero beige, y obtienes algo arreglado, a pesar de calzar unas sneakers de cuña. Una cartera de print leo puede contribuir a destacar aún más si cabe el precioso color marsala (otro estilismo con estola de pelo roja)

Abrigo de pelo azul.

Hoy con abrigo de pelo azul. El negro es un color muy elegante y suele ser el considerado infalible para las ocasiones especiales. Pero, sobre todo para el día, yo prefiero pensar en alternativas como, por ejemplo, el azul petróleo. Así que como este jersey aunaba ambos colores, con encaje incluído, decidí que sería el candidato perfecto para el día de Navidad, cuando éste iba a tener un aire íntimo y casero. Lo habéis visto en blanco aquí .

¿Feliz? Navidad...

Hola, de nuevo. Siento haber estado ausente varios días. Hay momentos en que es necesario parar, mirar hacia nuestros adentros y encerrarnos en aquellos sentimientos que se despiertan en el alma. Y llorar. Llorar por cada una de las imágenes que salen por televisión: los familiares que llegan desde lejos a los aeropuertos, los afortunados en la lotería, los villancicos, los abuelos abrazando a los nietos... 

A todos nos pasa que, de repente, la Navidad deja de tener magia y se convierte en un trance que hemos de pasar de la mejor manera posible. Es más, nuestro único objetivo es sobrevivir a ella. Con el tiempo vas asimilando despedidas que forman parte de aquello que solemos llamar "ley de vida". Pero cuando se te va alguien a quien adoras y que necesitas para seguir viviendo, y al que injustamente apartan de ti demasiado pronto, nada volverá a ser como antes ni volverá a existir para ti la felicidad completa. Única y exclusvamente por la ilusión de los pequeños de casa (si tienes la suerte de tenerlos) decides volver a poner un árbol de Navidad (discreto y minúsculo, en una esquina) y algún que otro Papa Noel sobre el mueble del salón. Te sientas a la mesa de Nochebuena, que preparas también por los niños, y sabes que cada uno de los presentes están pensando en esa persona que significaba todo y que ya no está... Y tragas saliva e intentas sonreír. Es entonces cuando los más mayores siguen yéndose, unos tras otros, una vez más en Navidad. Se cierran etapas y llegan otras nuevas que sólo tendrán ecos de un pasado feliz. Y te das cuenta, de nuevo, de que sólo en los  niños reside el espíritu navideño. Y de que una vez más la televisión se hace eco de noticias tristes sobre gente que lucha por su vida, por culpa de la violencia, la pobreza o alguna cruel enfermedad, y te consuelas comparándote con otros muchos a quienes su sino es mucho más oscuro que el tuyo. Sólo puedes dar gracias, cruzar los dedos, cerrar los ojos y pedir seguir vivo cuando el año que viene vuelva a llegar la Navidad. 

Seguro que cada uno de vosotr@s tiene uno o varios motivos para seguir caminando. Aquí tenéis una de mis razones para tragar saliva, una vez más, y esbozar una sonrisa, aunque por dentro tenga una espinita que me va a acompañar a lo largo del camino.

Chaleco de ante y borrego.

Éste es el año de los chalecos: de pelo, cuero, neopreno, paño... Éste es mi chaleco de ante y borrego. Muy calentito aunque sin agobiar, como suele ser propio de esta prenda. Y aunque quería probar cómo quedaba con falda, con mis vaqueros de campana debe de quedar genial. El nude y el marrón son mis colores preferidos para este tejido. Y como veis, me decanté por el tono más claro, porque me gusta darle luz al invierno.

Sneakers doradas.

Cuando tenemos por delante un larguísimo día, en el que se prevé caminar y caminar, e incluso correr detrás de un bichito (que se volvió loco persiguiendo a las palomas), es mejor que elijamos unas deportivas. Además, están muy de moda. Ésta son las mías: unas sneakers doradas, del mismo estilo que algunas firmadas por diseñadores como Valentino. Las combiné con pantalones (que ya visteis aquí) y blazer de polipiel, y bufanda a cuadros.

Poncho.

La llegada del frío me provoca muchísima pereza, pero he de confesar que estaba impaciente por estrenar este poncho. Tenía muchas ganas de hacerme con uno. Pero quería huir de los cuadros, dibujos geométricos o un fondo liso, sin más, así que éste me sorprendió enormemente. Sus flecos, su mezcla de colores (no demasiado oscuros) y su original dibujo. Podéis intuir lo calentito que es. Este poncho es una de mis mejores compras de esta temporada, sin duda. Y con los vaqueros de campana queda fenomenal (aquí).

Botas altas.

Unas botas altas siempre nos aportan el calorcito que necesitamos cuando nos ponemos falda en temporada de frío, aunque a decir verdad, sigue haciendo bastante calor teniendo en cuenta la altura del año en que estmos. Me apetecía mucho tener una falda gris para poder combinarla con infinidad de prendas, y aproveché el "black friday" para hacerme con ésta. He optado por crear un total look en gris, añadiendo un toque de marrón con los complementos. Los chalecos vienen muy bien para estos días cálidos de otoño. Y éste ya os lo había enseñado aquí

Trench beige.

Nada. Que no hay forma de que aterrice el invierno ni de que yo deje de usar el azul bebé. Hace un tiempo tan estupendo, que un trench beige es suficiente como prenda de abrigo, al menos en las horas centrales del día. Esta prenda es un comodín perfecto y nunca pasa de moda. Supongo que vosotras también tenéis un trench beige en vuestro armario, ¿verdad?

Jersey de punto.

Otro estilismo con tonos claros para acompañar los días soleados de otoño. Y una vez más, el azul, en esta ocasión de la mano de este jersey de punto. A mí me gusta llevarlos, sobre todo, con una camisa debajo. Considero que le da un toque más arreglado, que consigo también con los salones y el bolso acolchado (bolso acolchado). Este jersey es de la temporada pasada, aunque ya he hecho alguna que otra adquisición, aprovechando los descuentos de las campañas de moda. No obstante tendré que esperar a que bajen las temperaturas.

Comfy in grey.

Lo que más apetece en aquellos días fríos en que nuestra agenda nos depara un montón de recados es un look comfy. Uno de mis colores preferidos para esta estación del año es el gris, así que ahí va un outfit comfy in grey: calentito y con estilo. Si tienes previsto subir y bajar del coche unas cuantas veces y prevees varias paradas en sitios donde la calefacción va a estar a tope, una manga de camisa y un abrigo no demasiado grueso te van a venir muy bien. Por si el viento arrecia, una bufanda será suficiente. El puntito, un buen bolso (bolso Michael Kors).

Pantalones de campana.

Unos vaqueros y un jersey negro son siempre una buena opción. Un chaqueta efecto cuero y una estola lo suben un poquito de nivel y lo dotan de cierta distinción. No hace mucho que han resurgido, pero a mí los pantalones de campana me tienen ganada. ¿Y a vosotras? Éstos ya me los habéis visto varias veces (pantalones de campana).

Falda de tul.

La falda de tul ha sido un descubrimiento de los últimos tiempos, empleada como indumentaria de ceremonia o evento de postín, incluso también otros menos formales, dependiendo así de su largo, color o acabado. Os enseño la mía, para la que estaba esperando un top adecuado (jersey con encaje) a ella misma y a las fechas en que nos encontramos. Por otra parte, la sorpresa fue dar con este tocado, que ni pintado le está a mis zapatos fucsia.

Abrigo de pelo marrón.

Un abrigo de pelo marrón es un comodín perfecto para la temporada de frío. Estos abrigos están más arriba que nunca. Renacieron tímidamente y, un otoño tras otro, vuelven a aparecer, cada vez con más éxito. A mí me gustan mucho. Son muy calentitos y contribuyen a la creación de estilismos con mucha clase. Si el otro día os mostraba uno azul (abrigo de pelo), aquí tenéis mi abrigo de pelo marrón, que en realidad está elaborado con varias tonalidades.

Vestido azul.

Este otoño, el azul se ha puesto a la altura del gris o del marrón. Este vestido azul lo adquirí a finales de la temporada estival, y está dando para mucho, ya que tiene manga francesa y un largo adecuado para cualquier ocasión. En primavera sin medias, y ahora con camiseta interior, blazer y las piernas a salvo, da bastante juego. Tiene pequeños corazones blancos y verdes, lo que lo hacen muy divertido (vestido azul con distintos complementos). Se trata de ir mezclando elementos más joviales y otros más clásicos, como una estola o un bolso acolchado para conseguir el equilibrio.

Abrigo de pelo azul bebé.

Me quedo con los colores claros para el otoño, y con mi abrigo de pelo azul bebé. Los oscuros son muy recurrentes, pero confieso que me pierden el blanco, el azul, el rosa empolvado... Y todos ellos, combinados con el gris. Si un top blanco de otoño está adornado, además, con transparencias, bordados o encajes, mucho mejor (jersey blanco con bordado). Yo lo he cubierto de un abrigo de pelo azul bebé que le aporta al look más dulzura, si cabe. 

Sombrero rojo.

De vez en cuando resulta divertido jugar con superposiciones, complementos y adornos varios. Por eso se me ocurrió crear un look a base de chaleco, sombrero, lacito al cuello y salones vistosos. Un sombrero rojo siempre es una buena opción cuando queremos algo diferente, especial... El bolso de flecos aporta también un twist.

Trench camel.

Si un abrigo camel es una pieza clave del fondo de amario, igual o más lo es un trench camel. Y como buen clásico, lo he superpuesto a otros tantos básicos, como unos vaqueros azules, camisa blanca, suéter gris de pico, y salones claros de punta redondeada. El elemento rompedor, el bolso arty. Y vosotras, ¿tenéis un trench camel? ¿Os gusta combinarlo con prendas clásicas u otras más actuales?

Falda estilo años cincuenta.

Hacía tiempo que me apetecía tener una falda estilo años cincuenta. Me parece maravilloso su vuelo y cómo marca la cintura haciendo una silueta muy femenina. Además, te da la comodidad de un pantalón ya que no te resta movilidad. Casualmente di con esta falda estilo años cincuenta que, además, es de polipiel. Así que me la llevé porque mataba dos pájaros de un tiro. Combinar negro y varios tonos de marrón siempre es una buena opción, ya que resultan looks muy elegantes, así que me puse la falda con prendas y complementos básicos y de fondo de armario. De hecho, estos tacones de ante ya me los he puesto varias veces.

Abrigo camel.

Un básico que debe tener todo armario que se precie: un abrigo camel. ¡Qué topicazo y qué gran verdad! Es cierto que es un maravilloso comodín y que va bien con todos los colores de la temporada, ya sea negro, gris, otro tono de marrón, verde, marsala, rosa empolvado, caldera, blanco... ¡todos! Así que es una inversión que vale la pena. Además, puede adquirir un aire informal con unas bambas y unos vaqueros con rotos, o completamente formal con un total black look, un top de encaje o pantalones de efecto cuero y taconazo. Éste es el mío, y sus botoncitos y cremallera en dorado me gustaron un montón, pues le dan el acabado perfecto. 

El look que elegí para estrenar mi abrigo camel son unos pantalones ligeramente acampanados, blusa blanca y shooping bag (shopping bag Purificación García)